¡Salud, Cristal!

Todo caminaba bien para los polos celestes que fueron al Monumental a vivir su fiesta hasta el gol del ‘dominó’ Quina en Lambayeque a falta de cinco para el final. El 3-2 le devolvía algo de esperanzas a Melgar e instalaba el morbo en Ate: un gol de la ‘U’ y no había título. Y es que, quizás, así había que vivirlo para luego gozarlo con más ganas.

Cristal fue al estadio crema sabiendo que tenía un abanico de posibilidades para ser campeón, pero siendo consciente también que la grandeza de la ‘U’ podría aguarles la fiesta. Así planteó su partido Ahmed. 

Poniendo a Blanco y Ávila como sus referentes de ataque y con Lobatón -como a lo largo del torneo- como su eje central. El que disponía en qué momento había cambio de ritmo, en qué momento se abría el campo o en qué momento simplemente se hacía una pausa. 

De los pies de Lobatón nacieron las mayores jugadas de riesgo. Él sacudió los guantes de Carvallo con un zapatazo en el primer tiempo y después, previa ‘huacha’ a Duarte, dejó a Ávila solo ante el ‘12’ merengue, pero el ‘Cholito’ falló.

Con una oncena de Suárez combativa, donde Chávez, ‘Toñito’, Páucar y demás, dejaban hasta la cara en cada jugada, el juego fue luchado de principio a fin y la disputa se trasladó a la tribuna, donde los hinchas rimenses cantaban alistando el festejo, pero tenían la mente situada en Lambayeque. Los cremas, en tanto, instaban a su equipo a ir por la victoria.

Así pasó Cristal los últimos cinco minutos. Después de ello la felicidad los invadió: ganaron el Apertura y lo celebraron en la casa de la ‘U’. ­Destapa esa botella.•