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Cabeza de Güevo

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No marcó, es más, el travesaño le devolvió su mejor chance de gol, pero murió en la suya. Peleando cada balón, dejando la vida en cada jugada hasta el punto de lesionarse. Mauro Guevgeozián fue la otra “pesadilla” para la zaga merengue.

El “Güevo” fue arriba a luchar cada balón entre Braynner García y Gustavo Dulanto. Estuvo siempre expectante al error de sus rivales para sacar provecho. Fue así como casi anota.Dulanto despejó mal un balón en su área y la pelota le llegó al victoriano. Guevgeozián, con inteligencia, le metió el testazo para sombreársela a Carvallo, pero el bendito travesaño se interpuso en su celebración.

herido de guerraEn el complemento, Mauro siguió con la misma intensidad, pero el destino le siguió sacando la vuelta. Primero le anularon un gol de cabeza por una clara posición adelantada, y después tuvo que dejar el campo por una molestia en la rodilla izquierda.El “Güevo” se quedó con las ganas de gritar su gol, pero igual celebró con los suyos. Merecido.

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