Blanco y celeste

En el fútbol el acto de magia no aparece tras la sacudida de un pañuelo, sino de la fuerza de los botines. Y en ese caso el mago es Sergio Blanco, y no por una genialidad, sino por efectividad y por disimular así algunos temblores que se sufren en defensa.

“El objetivo de Cristal es el título”, mencionó el artillero “yorugua” al final del encuentro ante Cienciano. Se sacó el resultado: 3-2 a favor. Tres triunfos consecutivos y once puntos en la tabla y se construyen los escalones de oro para llegar a la cima.EL “PAPÁ” CASI CASTIGASi bien los dirigidos por Daniel Ahmed arrancaron con el acelerador el cotejo en el Alberto Gallardo, los cusqueños lograron que desde las tribunas se saquen los rosarios.Irven Ávila –que anotó su gol 100– marcó el primero y luego también Blanco rompió las redes de Diego Morales. Aurelio Saco Vértiz y Pierre Larrauri igualaron las cosas para el cuadro de Jorge Espejo. Se dibujaban los rostros de preocupación.APARECIÓ BLANCOLos cerveceros intentaban por todos lados. Lobatón, Manicero y Calcaterra triangulaban  y debajo de la portería de Morales fallaban lo imposible. Ahmed caminaba de un lugar a otro, con la idea de encontrar  alguna solución.La misma llegó de los pies de Blanco, quien en el mano a mano no cerró los ojos y tocó el esférico a un costado. La pelota entró y el cielo dejó de ser plomo, se volvió celeste.