Toque de queda

año y medio esperó Miguel Ángel Torres para recuperar su romance con las redes rivales y mantener la ilusión de triunfo merengue en Arequipa. El volante vivió un momento sublime al dedicarle el tanto a su engreído Bastian, nacido hace cuatro semanas.

“Frodo” se encuentra en un nivel regular, la fecha anterior ante UTC en el Monumental tuvo un desempeño aceptable, e incluso asistió a Germán Alemano. En Arequipa no fue la excepción y abrió el marcador gracias a su oportunismo.

Ibáñez volvió a apostar por  la velocidad de Torres en la banda derecha y no defraudó: anotó el primer tanto en la “Ciudad Blanca”, complicó al equipo local con su velocidad y fabricó situaciones de peligro.

Corrían los 20’, Alexi Gómez sacó un sablazo incontrolable para Leao Butrón. El rebote fue aprovechado por Miguel, quien apareció en el área como “9” e hizo estallar a la Trinchera.

“Le dedico el gol a mi hijo recién nacido. Fue un tiempo maravilloso porque son las bendiciones que nos envía Dios. El empate sirve pero quisimos irnos con el triunfo por cómo se dieron las circunstancias”, comentó el empeñoso volante al final del partido.

Sin embargo, no todo fue alegría para el “7” porque fue cambiado a los 76’ tras sufrir un tirón en el aductor izquierdo. Hoy será examinado para conocer la gravedad de su lesión y definir  si su presencia peligra para el clásico del miércoles ante Alianza en el Estadio Nacional.

“Me cambiaron por precaución. Ojalá no sea nada de gravedad porque quiero colaborar con mi granito de arena”, indicó.

En tanto, Torres había marcado su último gol en la altura, en el triunfo merengue por 3-1 contra Inti Gas en Ayacucho (6/4/13). Ya era momento de volver a festejar frente a los defensas rivales.