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¡Frotaron su lámpara!

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Es como esos personajes que nacen de una caldera por la necesidad de justificar su contratación. Si por él fuese, viajaría corriendo a Cusco para debutar en el Clausura. Christian Cueva llegó como solución al ataque aliancista y quedó listo para romper las cinturas de Real Garcilaso, mañana en Cusco.

Los 3.400 metros de altura cusqueña no asustan a Aladino, que jugará detrás del armenio Guevgeozián para frotar la lámpara y dejar roncos a los hinchas blanquiazules. Ni de mentira piensa en la derrota.

Su velocidad será importante para acercarse al arco celeste. “Sería ideal debutar con un triunfo. Estoy listo para jugar”, alcanzó a decir Cueva, demostrando que hablará sobre el césped del Garcilaso de la Vega.

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