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¡Así no se juega!

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la indignación por los insultos de corte racista recibidos en el estadio Garcilaso por parte de los hinchas del Cienciano, fue la queja general en los jugadores de Alianza Lima a su arribo a Lima. El repudio y la pronta intervención de las autoridades fue una constante.“Me gritaron mono”, disparó Julio Landauri, sumamente mortificado porque fue quien llevó la peor parte. “Todos saben lo que pasa en esa cancha, pero nadie hace nada”, acusó Walter Ibáñez.  “Que lo vuelvan a sancionar”, pidió Luis Trujillo. Y tal pedido no caería en saco roto. Con los antecedentes puestos en el tapete y un público que pese a poner las barbas en remojo, sigue dando rienda suelta a sus bajos instintos, no se descarta que las autoridades tomen cartas en el asunto.Según ha trascendido, la Comisión de Justicia de la ADFP se encuentra a la espera del reporte del árbitro Miguel Santiváñez de todo lo sucedido. Desde el lanzamiento de botellas de plástico, frutas y verduras, sin obviar los rebrotes de racismo. Viéndolo así, todo indica que en el Cusco no se salvan de castigo.

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