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¡Sale el campeón!

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Aquí no hay espacio para la especulación, aquí solo habrá 90 minutos –quizá con su tiempito extra y penales– para justificar tantas jornadas de lucha, de corazones agitados, de pulsaciones incontrolables.

Alianza Lima chocará hoy frente a la U. San Martín en la final del Torneo del Inca. Ambos con estilos distintos, pero que fueron efectivos a lo largo de sus travesías en la etapa de grupos.

Los dirigidos por Guillermo Sanguinetti tienen números más que auspiciosos: solo perdieron una vez (fue ante Real Garcilaso en Urcos) y sumaron 27 unidades. Fueron el equipo que más puntaje acumuló, incluso, en ambas fases.

Y su manera de cuadrarse en el campo difícilmente es un acertijo. Siempre con sus cuatro defensas en el fondo, donde Walter Ibáñez es el último candado. El libreto es clarito: de punta para el cielo cuando el peligro se asoma.

Su mediocampo, últimamente, se basa en una línea de tres. Míguez, Albarracín y Atoche. Los tres pegan como peleadores de la UFC. Y hoy más que nunca tendrán que afilar los toperoles.

Arriba todo se basa en Mauro Guevgeozián y ese pacto que ha hecho con el diablo. Todo lo que toca lo convierte en el grito más hermoso de esta vida. Todo es gol.

SANTOS, PERO NO...En Santa Anita el “Diamante” brilla por su historia y por Ballón y por Marinelli y por Montaño y por un Perea que da pánico.  Arriba matan, pero tendrán que corregir en el fondo.

Veremos si ambos justifican sus boletos en esta instancia, si ambos derraman verdaderas pinceladas de alguien que sueña con campeonar.

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