¡A ritmo de marinera!

Siempre postergados a ese agujero negro y desolado. Siempre agachando la cabeza y diciendo:  “dejamos todo pero no se pudo. Tenemos que seguir adelante”. Siempre todo era malo y parecía que nuestra condena era una cadena perpetua.

Sin embargo, César Vallejo está haciendo lo más difícil: está recuperando la autoestima. Ayer volvió a arrancarnos una sonrisa infinita. Derrotó 3-0 a Universitario de Sucre y clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Lo de los dirigidos por Franco Navarro no es casualidad. La primera víctima fue Millonarios de Colombia; ayer el conjunto altiplánico. Todo en la etapa complementaria. Como para que la angustia tenga a todos por Trujillo sin uñas. Donald Millán abrió el marcador. No dejó que nadie respire. De tiro libre sorprendió a propios y extraños, y el Mansiche fue un coro celestial.

Andy Pando no se quiso quedarse atrás y de taco marcó el segundo. El “Oso” está imparable. Todo lo que toca lo manda a las redes rivales, lo transforma en felicidad, lo llena de ilusión. Daniel Chávez completó la faena con un sombrero de marinera. Notable lo del ariete.

Ahora se viene Bahía de Brasil. Veremos cómo nos va. Estos “Poetas” no quieren escribir historias de complejos, quieren llenar las páginas con historias diferentes para los nuestros, quieren darnos algo que siempre nos merecimos: victorias. Muchas victorias.

Bravo por Vallejo, bravo por el Perú. ¿Se repetirá lo hecho por Cienciano en 2003 que ganó la Copa Sudamericana?, Dios quiere que así sea.