La alegría no es solo brasileña

Sao Paulo, Brasil

Corinthians no logró su objetivo de revertir su llave ante Boca Juniors y solo cosechó un empate 1-1 que lo dejó fuera de la Copa Libertadores, de la que es actual monarca.  Paolo Guerrero no gozó de oportunidades por la dura marca argentina.

El “Timao” equivocó el camino al abusar del pelotazo largo, lo que facilitó el trabajo de los “xeneizes”, quienes conformaron una muralla en el fondo que casi nunca mostró grietas ante el asedio de Guerrero y Emerson Sheik.

Para colmo, el juez paraguayo Carlos Amarilla le anuló un gol a Romarinho cuando este estaba en buena posición, algo que terminó por desbaratar el plan local.

Por su parte, Juan Román Riquelme se cobró la ansiada revancha en territorio corinthiano y abrió el marcador con un sensacional remate sobre los 25 minutos, el cual “colgó” al arquero Cassio.

A partir de entonces, la desesperación se apoderó de los brasileños, quienes se esperanzaron en el juego aéreo de Guerrero, marcado a ultranza y al límite de la violencia por el argentino Burdisso.

Recién a los 51’ el Corinthians halló una luz de esperanza con el buen tanto de cabeza de Paulinho, el hombre más claro en el mediocampo “garoto”.

Luego llegó la gran opción de Alexandre Pato, quien recibió un pase de Paolo en el borde del área y luego de sacarse al arquero no pudo definir con el arco a disposición. 

Con todo a favor, Boca se dedicó a manejar el balón y las ansias del “Timao”, con lo que logró el pase para enfrentar al Newell’s de Rinaldo Cruzado en los cuartos de final.