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Montevideo, Uruguay

¡Histórico! Y un día el mítico Centenario se volvió a teñir de rojiblanco, como en aquellas épocas de gloria. Real Garcilaso impresionó al continente clasificando a cuartos de final de la Copa Libertadores derrotando por penales al Nacional, y dejar el nombre del Perú en alto.

Y es que Dios se calzó la camiseta cusqueña. Esa de diseño novedoso que sorprende a Sudamérica y ratifica un trabajo serio y planificado al milímetro por Freddy García, el técnico y artífice de la gloria imperial.

La humildad de ese conjunto guerrero, que dejó la piel en busca de la dicha, fue la clave para sortear el poderío de un rival plagado de estrellas que trabajó arduamente y solo pudo igualar la serie al derrotar a los peruanos por 1-0 en el tiempo reglamentario.

Garcilaso logró superar los embates del arranque y jugó con la desesperación local para irse al descanso con el marcador en cero. A los 13’ del complemento, Bueno conectó sin marca un balón aéreo e igualó la serie.

Con el tiempo apremiando el “Bolso” puso toda la carne en el asador y dispuso el ingreso de Abreu y Recoba, quienes complicaron a la visita y agigantaron la figura del golero Carranza. Con inteligencia, Garcilaso supo manejar el marcador y apostó por los penales confiando en que un poder divino los iluminaba.

Y fue así que “Pitu” Ramos se llenó de fe y clavó el primer gol. Bien dicen que los talentosos fallan en esta instancia y Recoba la mandó a las nubes. Ferreira y Vildoso convirtieron y dejaron el encargo a Gamarra, quien le pegó con alma, corazón y vida para sellar la hazaña y mantener el sueño más vigente que nunca.

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