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¡Extremo celeste!

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José SotomayorCusco

Es probable que la única agonía con que reposaba la redonda en las redes uruguayas, haya sido el resumen de unos primeros 90 minutos que dejaron alborotadas ilusiones en el “Ombligo del Mundo”.

Con poquito, con lo justo, Real Garcilaso derrotó 1-0 al Nacional de Uruguay en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, y la llave quedó abierta para cualquiera.El esférico flotaba de lado a lado en las narices de Jorge Bava, guardameta del Nacional, y terco este no ingresaba. Hacía que en cuestión de segundos uno se levante del asiento, se agarre la frente y escupa la bronca, los miedos.

Y es que Ferreira intentaba con su diabólica derecha, Mauricio Montes era puras ganas, mientras que los centros de Fabio Ramos eran la aproximación a la tranquilidad. Pero hasta ahí nomás, parecía que no había más por rescatar en la “Máquina”.

Sin embargo, llegó el minuto 35 y como tiempo mágico cayó el balón en la cabeza de Rolando Bogado, quien generó que marquemos la primera sonrisa. Hasta los incas descendieron de los cielos para sentir esa felicidad tan mágica, tan dulce, tan mortal.

Bajo ese primer golpe, y otros que se dieron en medio de la impotencia charrúa, se marcharon los primeros 45. Todo acompañado de una sensación de que se pudo rescatar alguito más.Lo de la etapa complementaria se resumió en el juego fuerte. Imperfecciones de ambos lados. La idea de los muchachos de “Petróleo”  de salvarse con la balita ya disparada, en un rival que buscará el próximo nueve de mayo su revancha.

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