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¡Es Real y concreto!

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Bogotá, Colombia

Ganar en Colombia. Hacer lo mismo en Paraguay. Reposar en el pasado y en la suerte. En todo eso para que Real Garcilaso –a pesar de caer 2-0 ante Independiente de Sante Fe– haya clasificado a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Las manos al frente, los dedos forrados con fierro y los resortes en cada toperol dejaban en claro que Diego Carranza iba a ser lo más importante de lo menos importante de una parte del cotejo. Porque el primer tiempo tuvo mucho en peligro, pero poco en contundencia.

Wilder Medina y Cristian Martínez intentaban como misiles hacer daño en la defensa de “Petróleo”, pero siempre estaba la patita de Rolando Bogado o la 47 de Luis Guadalupe. Por arriba, por abajo. Todo ganaban, todo alejaban. 

De rato en rato, Daniel Ferreira agarraba el traje de héroe y se metía como policía en medio de territorio demoniaco. Giraba y buscaba su derecha para que la suerte le llegue a los celestes. A estos benditos hijos del “Sol”.

Nada. Nadie se sentía vulnerable con la llegada del esférico. Las redes estaban estáticas como paredes y ambos equipos sentían que todo se iba a definir en la segunda mitad. Claro, los del “Ombligo del Mundo” tenían que ver de reojo lo que pasaba entre Cerro Porteño y Deportes Tolima en Paraguay.

Todo se trasladó a los últimos 45 minutos. Y eso fue al pie de la letra porque al minuto llegó Medina y marcó el primero del cotejo. Por debajo del “Pipa”. Por el huequito imposible. Por donde el Perú menos pensaba.

Y cuando el “Pitu” mordía el empate, el Independiente de una contra nos cerró el partido. Martínez se impulsó hasta el cielo y de un zurdazo cantó el segundo. A pesar de ello, felizmente desde Asunción nos dijeron que Tolima había fallecido. Con eso fue suficiente para volver a sonreír.

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