0

¡Abusiva!

Únete a nuestro canal de WhatsApp

    Ella es un encanto de mujer, una dulcinea, habla despacito, sonríe, firma autógrafos y hasta tolera los selfies con gracia, pero cuando la imponente Ronda Rousey cruza el octágono sufre una metamorfosis que  la transforma en una fiera indomable, despiadada, una máquina de triturar a punta de golpes y rodillazos a sus oponentes.Rowdy volvió a demostrar que no tiene rivales en la UFC al derrotar por sumisión a Cat Zingano con un candado al brazo por debajo de la axila en el evento estelar de UFC 184.El combate fue otra vez muy breve (¡14 segundos!) para la mejor peleadora en la historia de las 135 libras pues la retadora pecó de agresiva y después de intentar una rodilla al cuerpo de Ronda se entregó en el suelo para que la campeona recurra a su especialidad: los candados de brazo.Rousey mantiene el invicto en once peleas y no tendrá una rival capaz de sobrevivirle más de un episodio hasta que la brasileña Chris “Cyborg” Justino logre dar el peso. O quizá tenga que enfrentarse a un hombre para verla trastabillar.

    Libero Impreso

    EDICIÓN DIGITAL

    EDICIÓN DIGITAL

    OFERTAS DE HOY